Sulfato de cobre

SULFATO DE COBRE (II) 

CuSO₄·5H₂O

1. Sistema de cristalización
El sulfato de cobre (II) cristaliza en un sistema triclínico, es decir, en el que los tres vectores base tienen diferente módulo y entre ellos forman ángulos distintos de 90^o: forma un prisma oblicuo con base romboidal.

Sistema triclínico.
(de Google imágenes)

2. Propiedades y usos.
Los cristales de sulfato de cobre (II) son de color azul brillante y solubles en agua y metanol. Algunos de sus usos más comunes son:

• Como alguicidas en el tratamiento de aguas.
• Abonos para plantas.
• Pigmentos para la industria textil.
• Pesticidas.
• Preservante de la madera.
• Colorante cerámico.
• En la industria del petróleo.
• Para la creación de caucho sintético.

Sulfato de cobre pulverizado
(de Google imágenes)

3. Cristalización.
Nosotros hemos utilizado el método de enfiramiento de una disolución. 
Para ello primero preparamos una disolución saturada de sulfato de cobre (II) en agua caliente (unos 24 g de sulfato en 50 mL de agua). 

Filtración en el laboratorio.

Filtramos la disolución y dejamos enfriar un poco. Más tarde la introducimos en un vaso de precipitados y la dejamos durante un día completo en una caja cerrada. Además, metemos papeles de periódico recortados para conseguir un aislamiento mayor.

Caja con papel de periódicos.

El día siguiente escogemos alguno de los pequeños cristales formados y los volvemos a introducir en nuevas disoluciones, en las que actuarán como semillas: los nuevos cristales crecerán sobre estos.

Semilla formada el primer día.

Repetimos este proceso varias veces hasta que los cristales sean del tamaño que deseamos (recristalización).

También podemos introducir los cristales colgados con un hilo de un palo, para que cristalicen más rápido y con la forma más definida.

Una variante de este proceso es la creación de una geoda dentro de un huevo.
Para ello vaciamos un huevo, lo partimos por la mitad y echamos la disolución en su interior; así, el producto cristalizará en las paredes. Repetimos el proceso varias veces para que los cristales aumenten de tamaño.